Queremos compartir contigo esta divertida actividad con un mensaje poderoso sobre el impacto de las palabras, es ideal para realizar con tus hijos en la mesa de la cocina.

EL PODER DE LAS PALABRAS

Con esta actividad, ayudamos a los niños a comprender que las palabras tienen poder y tienen la capacidad de elevar o herir a otro ser humano. Las palabras, una vez expresadas, no se pueden recuperar; por lo tanto, es importante pensar cuidadosamente lo que decimos.

Materiales:

1. Una hoja de papel
2. Bolígrafo

3. Un recipiente pequeño

4. Una cuchara

5. Azúcar

6. Un salero o un plato pequeño con sal

Sigue estos pasos:

1. Elabora una lista de palabras hirientes que, en algún momento, tú y tus hijos hayan dicho durante una discusión y de las cuales ambos se hayan arrepentido después. Palabras como: eres un perdedor, estúpido, flojo, mentiroso y te odio, etc.

2. Haz otra lista de palabras amables o elogios que ambos hayan expresado. Como: Eres inteligente, puedes hacerlo, te quiero, gracias por tu ayuda, etc.

3. Echa tres cucharadas de azúcar en el recipiente. El recipiente representa una persona, mientras que el azúcar representa las palabras de ánimo y los cumplidos. Permíteles que prueben un poco del azúcar, y que relacionen el dulzor con la sensación de bienestar que nos transmiten estas palabras.

4. Ahora toma el salero, la sal simboliza las palabras hirientes. Pídele a tu hijo que vierta la sal en el recipiente con azúcar mientras vuelve a decir algunas de las palabras hirientes que escribió en la lista. Y hay que mezclarlo con el azúcar.

5. Puntos de reflexión:
Pídeles que prueben la mezcla y hazles las siguientes preguntas:

¿Está la mezcla es igual de sabrosa que la primera con azúcar? (No).
¿Por qué no? (Porque la sal se mezcló con el azúcar).
¿Puede separarse la sal del azúcar? (Es imposible separarlas).
¿Qué se puede hacer para que sepa bien? (Agregar más azúcar).
Al agregar más azúcar, ¿la sal desaparece? (No, pero mientras más azúcar se agregue, el sabor de la sal disminuirá).
¿Qué acciones podrías tomar para que la otra persona se sienta mejor? (disculparte, escribir una nota o una carta, dibujar o hacer algún obsequio, etc.)

Ten en cuenta que los niños no deben terminar la actividad con un sentimiento de culpa. Recuérdales que es común usar palabras hirientes como una reacción impulsiva a los sentimientos, y que todos, incluso los adultos, podemos caer en esa trampa. Lo importante es ser conscientes del poder de nuestras palabras y procurar hacer una pausa antes de hablar para elegir con mayor sabiduría.

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Nuestro programa de aprendizaje socio-emocional, enseña a los niños de 8 a 12 años de edad a comprender y manejar sus emociones, paso a paso mientras les proporciona las herramientas para aumentar su autoestima y encender su compasión por los demás. Embárcate junto a tus hijos en una aventura multimediatica en dos niveles llenos de ejercicios creativos y personajes divertidos. Todo desde la comodidad de tu hogar.