¿Tienes la sensación de haber perdido el contacto con la persona que eras antes de tener hijos?
Es probable que, como padre empático y sensible, conozcas y atiendas las necesidades de tu hijo antes de que él sea consciente de ellas; captas su energía, sus pensamientos y actúas con compasión y cuidado.
Aunque estas habilidades son increíbles, cuando nos compenetramos de esta manera con ellos, se pierde el contacto con nuestras necesidades, deseos y nos sentimos desgastados rápidamente.
Es importante aprender a estar presentes y conectados con nuestros hijos sin perdernos a nosotros mismos.
El cuidado propio puede ser un reto para una persona empática; lo vemos como una actitud egoísta o un lujo. Al hacerlo, recuperas partes de ti que perdiste por vivir fuera de tu cuerpo y de tu ser. Recuperar estas partes nutrirán todas tus otras relaciones y a ti mismo; y también enseñará a tus hijos una valiosa lección de amor propio y autoestima.