La vida puede dirigir fácilmente nuestra atención y energía hacia aquello que está mal, nos falta, necesitamos solucionar o nos molesta. Pero, incluso en los momentos y situaciones más difíciles, siempre hay gracia y algo por lo que estar agradecido. Recordar y ver la “magia” de nuestra existencia, así como esas “pequeñas” cosas que damos por sentadas, como respirar, caminar, la naturaleza que nos rodea, nuestras amistades y familia, nos puede ayudar a abrir el corazón.
Los estudios demuestran “que los jóvenes que practican la gratitud obtienen mejores calificaciones, experimentan emociones más positivas y, a largo plazo, disfrutan de vidas más satisfactorias. Además, la expresión de gratitud entre los estudiantes de secundaria fomenta la esperanza y la confianza hacia los demás, estimulando el deseo de contribuir a la comunidad”.
La gratitud es uno de los valores más importantes que podemos inculcar a nuestros hijos. Les servirá de muchas maneras.
Al igual que con otras lecciones que deseamos que conozcan, es esencial que seamos los maestros que viven y dan ejemplo de lo aprendido. A continuación, te ofrecemos algunos consejos sobre cómo fomentar la gratitud dentro de ti para enriquecer tu hogar:
- Expresa tu gratitud con palabras: A veces, experimentamos gratitud en nuestro interior, pero no siempre la expresamos verbalmente. Recordemos que nuestros hijos nos observan y escuchan, incluso cuando no les hablamos directamente. Utiliza tus palabras para expresar gratitud por las cosas esenciales de la vida como: una ducha caliente relajante, una deliciosa comida, una puesto de estacionamiento y permite que tu hijo te observe dar las gracias de corazón a todas las personas que te brinden algún servicio, como la cajera del supermercado o el repartidor.
- Ten calma, contempla y pasa tiempo en contacto con la naturaleza: La belleza y el poder de la naturaleza estimulan tener apreciación genuina por la vida. Pasar tiempo en la naturaleza en compañía de nuestros hijos fomenta el sentimiento de asombro de forma natural; no hacen falta muchas palabras. Sin embargo, ver la belleza de las mariposas, las flores y las nubes mejorará su experiencia.
- Evita juzgar: Cuando las cosas no salen como queremos, nuestro instinto puede llevarnos a culpar a otros o incluso a nosotros mismos. Pero en ocasiones, aquello que parece ser un problema en un momento determinado resulta ser lo más adecuado a largo plazo. La clave está en reconocer las lecciones en cada situación para percibir el orden divino. Permite que tus hijos te vean enfrentar un desafío con gracia y una mentalidad abierta hacia lo que no podemos ver o conocer.
- Establece un ritual diario: ya sea antes de dormir, durante la cena o en cualquier otro momento que funcione, invita a cada miembro de tu familia a compartir tres cosas por las que estén agradecido ese día. Además, puede ser un estímulo para desarrollar una nueva habilidad o descubrir algo nuevo sobre nosotros mismos.
- Aprecia a tus hijos: de forma incondicional por lo que son ahora mismo, creando así un ambiente de compasión, ternura y amor. Esta actitud es la base perfecta para cultivar la apreciación.
Enmarca tu Actividad de Agradecimiento
Enmarca tu Actividad de Agradecimiento
Como muestra de agradecimiento, deseamos compartir una actividad que ayudará a tu hijo a identificar las cosas por las que está agradecido y a crear un hermoso recuerdo físico de estas.