“Enseñar los programas de SFK me dio la oportunidad de sanar mis problemas y traumas de mi infancia”

Lo mágico de enseñar SFK fue la oportunidad de sanar mis propios problemas y traumas de la infancia, empecé a ser más divertido y relajado conmigo mismo y con los demás. El hecho de crear un diálogo espiritual sencillo para relacionarme con los demás, despertó en mí el deseo de tener mis propios hijos y así poder mantener el mismo diálogo con ellos (cosa que tengo y hago ahora). SFK me dio la oportunidad de enseñar espiritualidad a adolescentes, padres y adultos en diferentes entornos y escenarios.

Jay Kemal, Maestro, Londres, Reino Unido

“Entre la gran cantidad de herramientas de coaching, el currículum de SFK es mi primera elección a la hora de trabajar con los estudiantes”

El currículum de SFK me ha proporcionado una base, un plan y un vocabulario para guiar a mis alumnos y clientes a través de situaciones y desafíos; así como ver las importantes oportunidades para convertirse en una mejor versión de sí mismos que, de otro modo, habrían pasado desapercibidas. Aunque para mis consultas tengo acceso a muchas otras herramientas de coaching, esta es mi primera parada para trabajar con mis clientes. Considero que si los padres y los niños comprenden y aplican realmente las herramientas aprendidas en el programa de estudios de SFK, serán capaces de tener una vida con un diálogo abierto, de aprovechar cada desafío que se les presente como una oportunidad, y de conectar realmente con su poder para marcar la diferencia en el mundo ganando en el juego de la vida.

Hannah Hernandez, New York City, NY

“El programa SFK ha tocado el corazón de niños de diferentes entornos y edades en escuelas, organizaciones sin fines de lucro, fábricas y hospitales”

El Programa de SFK ha tocado los corazones de todos, sin importar desde dónde vengan. Enseñé el Programa de SFK a niños en escuelas, en organizaciones sin fines de lucro, en fábricas y en hospitales; estos niños provenían de diferentes entornos (de bajos y altos ingresos), de ambientes violentos y no violentos, y con edades comprendidas entre los 7 hasta los 58 años. (porque tambien los adultos tienen un niño interior) – siempre con el mismo resultado: el niño, o el niño interno en un adulto, se da cuenta de que tiene una maravillosa LUZ en su interior y que no tiene que buscarla afuera de ellos mismos. Ellos aprenden que hay reglas y herramientas fáciles de utilizar que les ayudan a vivir y compartir una vida rica y plena.

Cecilia Rivero, Facilitadora, Guatemala

“Cada lección aportó cambios muy valiosos no solo para los niños sino también para mí”

Durante 12 semanas tuve el placer de dar una clase en Miami a niños de 6 a 11 años, todos los domingos. Cada una de las lecciones aportó información valiosa tanto para los niños como para mí. Pensar en ejemplos, incluso sobre la marcha, fue una tarea muy fácil, simplemente porque podía aplicar el programa de estudios de SFK en mi propia vida. Gracias a que he podido impartir esta clase, puedo decir que cada vez que me encuentro con diferentes situaciones a lo largo del día, naturalmente recurro al plan de estudios de SFK y lo aplico. Con cada encuentro en clase, podía ver el cambio en los niños a los que enseñaba.

Ariel Auerbach, Miami, Florida

“SFK ha sido una experiencia transformadora en mi propia vida y en la de mi familia, más allá de lo que podía imaginar”

He tenido la bendición y la fortuna de conseguir a través de SFK lo que deseo hacer por mis alumnos. Por fin, encontré la manera de generar cambios en los niños, pero SFK también ha sido una experiencia transformadora en mi vida y en la de mi familia, más allá de lo que podía imaginar. Ahora, como entrenadora de facilitadores, tengo la oportunidad de multiplicar la capacidad de plantar semillas que llegarán a más y más niños de todo el mundo. Me gustaría que ellos tengan la posibilidad de vivir una vida plena, sin importar sus condiciones y que contribuyan a que el mundo sea un mejor lugar.

Almen Rojas